sábado, 11 de mayo de 2013

Tábula Máxima Hiperbórea Leyes supremas del Universo. La Tabla Esmeralda completa

En el libro de Ramiro de Granada “La Biblia III Testamento de Todos los Tiempos”, este material se publicó por primera vez a pedido de la Orden Votivvm Hermeticvs, y resulta de obligada lectura el libro entero para los esoteristas prácticos, pero he decidido publicar esta parte de mi exclusiva autoría por separado y con algunas correcciones, o mejor dicho con ciertas actualizaciones y ampliaciones, debido a que gran número de científicos de las más diversas disciplinas desean conocer y aplicar esta enseñanza en sus trabajos y temas prácticos y/o específicos, sin internarse en la vida esotérica. Sin embargo, la mayoría de los ejemplos están orientados al objetivo prioritario, que es la Trascendencia de los Individuos, por lo tanto los ejemplos de aplicación práctica de los Principios y Leyes, hacen referencia a factores de relación y procesos de los Humanos. 
   Kybalion es “Gran Llave” y se refiere también a las llaves de los portales principales de los Templos. El valor científico de Los Ocho Kybaliones salta a la vista tanto a legos o a cualquier investigador científico biólogo, matemático, físico, cántico, antropólogo, cibernético, astrónomo o de cualquier disciplina, especialmente para quienes valoran la interdisciplinaria. No puede ser comprendido ni remotamente a partir de las Quince Tesis adjudicadas a Thot, que son recortes, frases inconexas de escritos herméticos, con aplicaciones filosóficas más o menos prácticas cuando ya se tiene completo este Conocimiento Original, tal como fueron desarrolladas por alquimistas Templarios (musulmanes y cristianos) a partir del siglo VIIIº de nuestra era.
   Cabe aclarar que las Ordenes Templarias no tuvieron origen en la rama que se vio obligada a interactuar con la Iglesia Católica, pues ya en el siglo V antes de Cristo, existía una Templis Ordo di Roma, con origen mucho anterior en Egipto).
    Necesariamente debo utilizar un lenguaje que puede parecer místico o religioso en alguna ocasión, pero nada más lejos de la realidad, aunque la Ciencia y la Espiritualidad queden completamente armonizadas en Los Ocho Kybaliones, que son el punto de Convergencia Perfecta entre lo visible y lo invisible, entre la Ciencia Mundana y la Ciencia Divina. Ambas se ven comprendidas en el pleno Conocimiento de las Leyes Naturales Mayores.
   Ruego a los Lectores, comprendan que muchos conceptos aquí expuestos no podrán ser expresados todavía en términos estrictamente académicos para cada disciplina, con lo que me veo obligado a usar los mismos términos que se usaron en las traducciones y en los desarrollos filosóficos. Por contraparte, se observará que en muchos casos, lo que hasta ahora se trató en términos místicos, religiosos o poéticos, adquieren una forma contundentemente técnica y hasta “materialista”. La materia y el espíritu no son cosas disociadas, ni opuestas. Mucho de lo expuesto aquí sonará a los intelectos más exigentes, del mismo modo que a las mentes más emocionales, como si de un concierto de Mozart se tratase, donde el matemático encuentra la misma perfección que el campesino o el médico, aunque lo perciban con sentidos diferentes.
   Sería demasiado largo y poco útil desarrollar toda la historia de cómo conseguí reunir la Tabla Hermética completa, porque equivaldría a escribir un libro con mi verdadero Cvrricvlvm Vitae, lo cual carece de cualquier importancia. Mi labor fue reunir las catorce partes del Cuerpo de Osiris, (o sea el Scientiam Corpvs Hermeticvm, el Cuerpo de Conocimiento Hermético), gracias a la inspiración y guía de Isis (alegoría de la Ciencia).
   Seth (representación del demiurgo esclavista en la liturgia egipcia) descuartizó a Osiris en catorce partes y desparramó su cuerpo, a fin de mantener a todo el mundo en la ignorancia. Muy resumidamente, es lo que nos cuenta el “Libro de los Muertos” de la tradición egipcia, que mejor tradujeron algunos como “Libro de la Salida al Día”, pero más exactamente debería traducirse como “Salida Hacia la Luz”.
    Escatológicamente, tanto en la tradición egipcia como en el esoterismo práctico, se entiende por “Luz” o “Reino de la Luz”, al plano astral, porque como bien sabe toda persona que haya salido en cuerpo astral conscientemente, el espectro de la luz visible desde ese plano vibratorio es muchísimo más amplio (con el cuerpo astral, fuera del cuerpo físico). No se trata de un nivel “espiritual” o “celestial” sino el “Reino de Maya” (Maya es en sánscrito lo ilusorio) y en gran parte resulta de gran riesgo su exploración por el hombre poco instruido en este tema, pues no es un “plano de existencia habitable”.
    Nadie humano “reside” en ese plano, sino que “permanece” temporal y circunstancialmente., ya sea tras su muerte física, durante algunos sueños, etc. Incluso los animales y vegetales, que abandonan su cuerpo físico durante el sueño, o al morir, suelen estar en cortos períodos deambulando el plano astral.
   En el libro “Reencarnación y el Viaje Astral”, Ramiro de Granada ha explicado todo muy bien, a partir básicamente de experiencias mías, amplia documentación de las Órdenes Esotéricas por las que hemos transitado, y de investigaciones entre ambos, sobre los procesos escatológicos.
   Por lo tanto, no  abarcaré aquí el aspecto escatológico, ni siquiera de la Enseñanza Hermética, salvo algún comentario didáctico en relación a la propia Tabla y sus Leyes, sino que he preferido concentrarme en las explicaciones de Los Ocho Kybaliones, también conocidos como “Corpvs Hermeticvm”, ó Tábula Máxima Hiperbórea que ha sido el producto de investigación más útil que he realizado en todo el terreno esotérico sobre lo exclusivamente “Hermético”, llamado así porque este conjunto de conocimientos metafísicos o Leyes Naturales Superiores, fue entregado a los hombres por Hermes Trimegisto, (o “Trismegistus”, significa el Tres Veces Maestro (“Maestro de Maestros de Maestros”). Se lo asocia con los dioses egipcios Dyehuty y Thot (dos dioses diferentes aunque la egiptología ortodoxa los confunda). Para los romanos se representó en Mercurio, “el mensajero de los dioses”.
   Tampoco resultaría útil gastar tiempo deambulando por los intrincados laberintos, trampas, mitos, ciénagas y salas de espejos de la historia, por donde el Conocimiento ha pasado distorsionándose por demasiadas manos, aunque haga algunos comentarios interesantes más adelante. Sólo cabe mencionar que los musulmanes fueron los que mejor mantuvieron e intentaron ordenar la Enseñanza Hermética, dándole cierta utilidad práctica y respetándola en todo cuanto les fue posible, mientras que el judaísmo lo deformó y convirtió en un montón de supercherías (con uso meramente comercial en los últimos dos siglos) y el catolicismo lo ocultó y combatió del modo más encarnizado posible, a costa de medio millón de muertos en la hoguera, la espada o la orca en Europa y Asia Menor.
    A pesar de todo ello, el Conocimiento Hermético ha sido ya recuperado en sus aspectos más importantes y eso implica que el Lector, cualquiera sea su religión y otras creencias, si se logra separar lo suficiente de los lavados de cerebro hecho por las instituciones milenarias, tiene por delante un Camino de Aprendizaje que vale de verdad, en vez de mantenerse como la mayoría de los “especulativos” en el innocuo análisis del pasado o las disquisiciones filosóficas sin los pies en la tierra.
    También es muy importante aclarar que aunque esta Tabla está completa como tal, de cada Ley Hermética se derivan Siete Sub-Leyes y de cada Sub-Ley derivan otras Siete Sub-Leyes Menores, muchas de las cuales son muy conocidas como “leyes naturales” en diversas disciplinas. De ahí proviene el famoso pero mal comprendido número 777, o bien 7x7x7. Pero la completitud de semejante cuadro de Leyes Naturales, que vienen siendo en realidad 343 más los Ocho Principios, depende de la comprensión correcta de esta Tabula Máxima y cada hermetista hará lo suyo según su especialidad. De modo que este Libro es el Piramidión del cual puede deducirse toda la Pirámide de Leyes Naturales, hasta los más íntimos aspectos del funcionamiento del Universo.
   Cualquier texto puede contener (o interpretarse) literalmente, pero puede ser alegórico, escondiendo en una forma de relato o incluso como simple descripción, un sentido y significado más elevado. También puede contener una enseñanza ética o moral implícita o explícita, pero los escritos Herméticos tienen carácter anagógico, es decir un máximo valor espiritual y Divino, elevado a lo más alto y sin duda capaz de elevar la mente de quien comprende.
   He tratado de evitar alegorías y metáforas, desvelando todas las que me llevaron a descubrir este Conocimiento, explicando las cosas que lo más literalmente posible, lo cual no resta en absoluto a todo lo tratado, su extremo carácter anagógico. En otras palabras, este no es un libro ocultista, sino justamente lo contrario. El hermetismo y el esoterismo en general han usado muchas veces el sistema ocultista para proteger conocimientos y documentos que podían perderse debido a persecuciones ideológicas, como ha hecho en Occidente la Iglesia Católica con todo lo que atentara contra su poder terrenal. Pero mientras se asesinaba y hasta quemaban en la hoguera a los Caballeros Templarios “visibles”, sus Hermanos no visibles construían las propias iglesias y catedrales del enemigo arquetípico, utilizando claves, números, símbolos, formas e imágenes, conteniendo el mensaje auténticamente Cristiano, verdaderamente hermético y esotérico que se pretendía hacer desaparecer con las matanzas de las personas. Aunque el ocultismo como sistema de disfrazar conocimientos para que no se pierdan, permitió su conservación  durante milenios, también propició la gran confusión entre los neófitos, dando lugar al circo pseudoesotérico actual.

   Pero es momento de revertir el proceso, desvelando lo más claramente todas las claves, aunque es imposible remontarnos a las explicaciones de cómo se conservó hasta hoy cada una en particular, pero el hermetista atento hallará merced a esta obra, el “Mensaje Divino”, no sólo en las construcciones Templarias y textos ocultos, sino en todas las cosas y Seres que le rodean.

Para adquirirlo:

http://www.libreria-argentina.com.ar/libros/gabriel-silva-los-8-kybaliones-tabula-maxima-hiperborea-leyes-supremas-del-universo-la-tabla-esmeralda-completa.html