La invaSión Transgénica VI

Los transgénicos y la desculturización

"El frijol nuña es parte de la herencia andina. Es nuestro tesoro. Que una empresa patente una cruza de nuña, reclamando el mérito de haber inventado esta variedad de frijol como novedad mundial, es inmoral y viola los derechos de todos los grupos indígenas",

Elías Carreño, coordinador de la campaña "Parar la biopiratería en los Andes",

"Para los pueblos indígenas el maíz es sagrado, los indios de Mesoamerica estamos hechos de maíz, y el maíz

es el alimento que nos ha permitido resistir en los últimos 500 años a los distintos procesos de colonización a que hemos sido sometidos. Los colonizadores destruyeron nuestros templos, destruyeron nuestras formas de gobierno y hoy quieren destruir la base de nuestra alimentación y autonomía."

Gonzalez, Aldo, Chapingo, UNOSJO, Oaxaca, México 2002

"Las semillas son un elemento central de nuestra vida y nuestra cultura. Podrán haber desaparecido las pirámides, las podrán haber destruido, pero un puño de semilla de maíz es la herencia que nosotros podemos dejarle a nuestros hijos y a nuestros nietos, y hoy nos están negando esa posibilidad… Estamos hablando de

más de 10 mil años de cultura: nuestras semillas han probado durante 10 mil años que no le hacen daño a nadie. Hoy nos dicen que las semillas transgénicas no hacen daño. ¿Qué pruebas tienen al respecto? Cinco años o seis años de práctica de la siembra de maíz transgénico en el mundo no muestran que éstas no vayan a

causar daño. Nosotros sí tenemos pruebas: 10 mil años de práctica lo demuestran."

Aldo González, zapoteco, de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca

En La América post-incaica, no es la primera semilla que los biopiratas intentan patentar, antes fue la quinoa y el ayahuasca, plantas tradicionales del chamanismo andino, herencia cultural y colectiva.

También sucedió con el maíz símbolo nutritivo de Mesoamerica.

Igualmente tenemos ejemplos en todo el tercer mundo, de argentina ya estuvimos hablando con anterioridad.

Está todo bien estudiado, primero generan pobreza, a la vez generan mayor dependencia económica y alimentaria : "el yugo del pan", de forma silenciosa van creando envenenamiento progresivo para que las próximas generaciones nazcan más disminuidas, más maleables , más gentil. Por las dudas atacan también la cultura, la identidad de raza, pueblo o colectividad humana, último foco de resistencia para el dominio total.

Para lograr el último gran zarpazo de globalización, o mejor dicho del gobierno único mundial, impulsado en estos años por la escuela del pensamiento único y el fin de las ideologías (la continuación del pensamiento científico) deben procurar obtener un mundo indiferenciado para así poder imponer: Un Dios, un pueblo una lengua. Para ser más claros:

-Un Dios = Yavhé

- Un pueblo= el pueblo elegido

-Una lengua= la del imperio.

Muchos protestarán al leer esto diciendo: - Nada nuevo, se parece a la historia del imperio romano-. -Mentira- les respondo, la historia se ha acomodado para que el presente resulte "normal".

Actualmente estamos observando la destrucción de las identidades, las que todavía quedan y enfrentan el poder del mercado. Sin identidad, no hay cohesión, no hay pueblo, no hay patria, no hay resistencia. Por eso la argentina fue el primer experimento antropológico, al destruir la identidad generada por Rosas y Perón, siguen sus experimentos sociales casi sin resistencias.

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