viernes, 12 de noviembre de 2010

La versión unilateral de la historia es tóxica

Colón no descubrió América

Si cualquier niño responde esto en cualquier escuela será automáticamente suspendido y ridiculizado por contradecir el dogma histórico ortodoxo. Sin embargo es él quien tiene razón en contra de sistema educativo que sirve de correa de transmisión del pensamiento único.

En primer lugar porque evidentemente ya había gente allí que no eran salvajes y habían desarrollado altas culturas, superiores a la occidental en algunos aspectos, tanto materiales como espirituales, que se omiten.
Conocer todo esto permitiría a los niños cuestionarse la versión unilateral de la historia que, no debes olvidarlo, está escrita siempre por las elites europeas.
Pero la versión única, convenientemente expurgada de todos los ejemplos de solidaridad, tiene la ventaja de ser profundamente autojustificadora del genocidio perpetrado por Occidente en todo el mundo, y en concreto en América, para robar sus recursos.
Desgraciadamente por eso mismo es tóxica para la mente de los niños, que son adiestrados desde su infancia, en creer que “el hombre siempre es un lobo para el hombre” y que “siempre fue así”.
Esta deformación de la psicología conduce a un grave estreñimiento emocional en los “adultos” y justifica los genocidios en curso, preparando la aceptación de los futuros.
Pero este no es el objeto de este trabajo si no de otro y aquí me limitaré a las pruebas científicas de que el “descubrimiento” de América por Colón y la civilización occidental es un fraude histórico
Conocerlas evidentemente llevaría a que los niños desarrollasen su capacidad crítica y no un pensamiento único aborregador que es lo que el adiestramiento denominado educación implanta en sus frágiles mentes.


Los historiadores chinos y muchos occidentales reconocen que hubo contactos entre Asia y América antes de que llegase Colón a “descubrirla”

Es un hecho reconocido que la ciencia y la tecnología chinas tenían un avance sobre las occidentales en todos los campos, de milenios en muchos casos concretos, como ya demostré documentadamente hace 20 años en un trabajo anterior [1] y sigo siempre recordando al inicio de mis cursos de medicina china en mi presentación sobre la medicina oriental.
En este marco es un hecho demostrado que la tecnología naval China estaba mucho mas avanzada que la europea en la época precolombina[2].
Los astilleros de Cantón fabricaban en el siglo II barcos de 4 mástiles de 100 toneladas con los que los Chinos efectuaban viajes de mas de 12 meses en alta mar.
Por otra parte los navegantes chinos utilizaban posiblemente la brújula magnética desde el siglo IX, que reconocidamente fueron los primeros en descubrir.
Pacey[3] y Needham[4] han demostrado que los astilleros chinos entre 1403 y 1419 construían barcos de 100 m. y 1500 toneladas especialmente concebidos para los viajes oceánicos.
Ten en cuenta que cuando Vasco de Gama llegó a Calcuta en 1498 las carabelas portuguesas pesaban 300 toneladas como máximo.
Ten en cuenta también que a comienzos del siglo XV los barcos chinos tenían 122 m. lo que comparado con la carabela Santa Maria de Colon, que era la más grande de las tres y medía 26 m., convierte a esta última en un cascarón de nuez como puedes ver en la siguiente ilustración[5].


Ilustración comparativa de un barco chino con la carabela Santa Maria de Colon[6].

Existen pruebas desde los comienzos de nuestra era de estos contactos entre China y América.
En el documento chino del siglo II Chun chu i o historia de las 10 islas y en Shan Hai Jing, clásico de las montañas y de los mares, se describe un continente llamado Fusang más allá del gran mar oriental (océano Pacífico) incluyendo una descripción de la fauna probablemente perteneciente a América del norte[7].
En el siglo VI un documento archivado en la biblioteca imperial describe el viaje de un monje Hui Chan que visitó el continente americano durante unos 40 años. Esta expedición habría llegado siguiendo la corriente de Kuroshivo, recorrió América Central y América del Sur volviendo a China por el sur del Pacífico y trayendo una seda muy especial[8].

La catedrática de Oxford Louise Levathes “When China ruled the seas” (“Cuando China gobernaba los mares”), publicado en 1994 da detalles de la potencia naviera china de la época y de sus expediciones en las que los chinos no buscaban conquista ni ocupación si no comercio. África era la tierra de cosas raras y preciosas, de misterios insondables[9].
No solo esto es de común acuerdo para los historiadores chinos[10] si no también para investigadores occidentales como Bernal Diaz del Castillo[11].

Numerosos antropólogos y etnohistoriadores occidentales serios han documentado los repetidos contactos asiático–americanos como veremos a continuación.
Pero entonces te preguntarás ¿por qué los españoles no encontraron expediciones chinas o asiáticas?

Esta es una pregunta interesante que tiene respuesta si se conoce la historia.

El impresionante desarrollo naval chino se detuvo cuando murió el emperador Yong – le en 1423 y 13 años después la dinastía Ming prohibió la construcción de grandes barcos y la tecnología naval declinó[12].

Te preguntarás entonces: ¿Por qué detuvieron los chinos el desarrollo de su tecnología naval que era la más poderosa del mundo en la época?
Muy sencillo y también lógico: para destinar los recursos imperiales a pacificar el país de los nómadas de las estepas y mantener la paz.
Una sabia actitud que no estaría mal que imitasen todos los que dedican irracionalmente presupuestos multibillonarios a la conquista espacial mientras el planeta se enfrenta con un crecimiento de las desigualdades, del hambre y de guerras sin precedentes.

Existen pruebas bien documentadas de que los navegantes chinos y asiáticos llegaron a América antes que Colón y de que existían contactos entre Asia y América, que Hernán Horna doctorado en historia en la Universidad Americana de Vanderbilt, profesor en la Western Illinois y de Universidad de Uppsala en Suecia, y fundador del departamento interdisciplinar de la Historia de América Latina, recopila en su excelente e imprescindible libro sobre la conquista de América[13].

Además del desarrollo desigual de la tecnología naval china y europea antes mencionado existen otras evidencias.

Las evidencias etnológicas y arqueológicas

Hay sorprendentes y numerosas similitudes etnológicas y entre los estilos artísticos o arquitectónicos de las civilizaciones occidentales y orientales.
Por ejemplo entre la cultura peruana Chavin y la china de los Chang (1200-1100 antes de JC).
Las similitudes entre los indios Mochicas de la costa norte de Perú y los asiáticos del este indican que sus ancestros de la etnia Chimú habrían llegado en barco desde el Pacífico[14].
Sus ciudades eran completamente diferentes de las otras ciudades precolombinas y similares a las construcciones chinas del siglo VII y IX[15].

La cerámica Mochica representa caras orientales y negroides como pueden verse en el museo arqueológico Rafael Larco de Lima. Perú[16]. La cerámica nazca contienen inscripciones chinas[17] [18].

El culto del dragón, indudablemente de origen asiático, también se encuentra abundantemente en América, en forma de serpientes con patas.
Muchas de ellas según la tradición habían llegado y/o partían a través del mar. Es el caso de las serpientes. Viracocha, Quetzalcoalt, Kukul-Chan. Y algunos dragones incluso tenían el tamaño de un toro en los templos mejicanos como describe el historiador Bernal Diez del Castillo[19].

Pero el culto del dragón, que no se encuentra en Occidente, fue considerado de origen diabóĺico por los ignorantes (e interesados) religiosos cristianos que los llamaron “serpientes demoníacas”.
En contraste, para los orientales el dragón era la divinidad terrible de las tempestades y de los terremotos, pero tenía su lado protector según la dialéctica yin – yang siempre presente en todas las manifestaciones de la cultura oriental.
Por cierto el etno-historiador R.C. Padden encuentra una sorprendente similitud entre las concepciones mexicanas y la noción del yin yang chino [20] y Miguel León Portilla señala similitudes entre la literatura mesoamericana y la asiática[21].

Los numerosos contactos con Oriente

El antropólogo norteamericano J. Meggers recoge la opinión de muchos otros antropólogos que coinciden en que estos contactos existieron y además fueron repetidos e independientes entre sí. Con sus colaboradores afirma que la cultura ecuatoriana de Valdivia (3.000 antes de JC) tiene el mismo origen que la japonesa del Jomon medio[22] y que emigrantes chinos de la civilización Chang llegaron a América nada menos que 1200 años antes de nuestra era[23]. Plantea que es muy probable que estos contactos repetidos contribuyesen a formar las altas civilizaciones precolombinas[24].


Ilustración: esquema de las corrientes marinas del Pacífico[25].

Es evidente tras un vistazo al mapa circular de movimientos de agua en el Pacífico que la dirección de las corrientes facilitaba estos intercambios.
No ha habido que esperar a los antropólogos y etno-historiadores modernos para saber esto.
Hay documentos de que pescadores japoneses fueron arrastrados y llegaron a las costas occidentales de América al comienzo del siglo XVII[26].
Pero incluso mucho antes Colón ya tenía pruebas de que estos contactos asiáticos existían. Por ejemplo en su primer viaje encontró monedas metálicas con caracteres chinos[27], nótese que posteriormente el único lugar donde se han encontrado monedas de cobre y de latón son las costas del Pacífico mesoamericanas que estaban más próximas a Asia como refiere el propio Hernán Cortés en sus diarios[28].
Colón también encontró en Veraguas paredes de estuco a las que sus expertos atribuyeron un origen chino, pero todas estas pruebas se perdieron[29]. Desde su primer viaje Colón fue informado en Panamá de que al otro lado del océano Pacífico se encontraba China[30].

Los escandinavos también llegaron a América antes que Colón

No solo fueron los asiáticos los que llegaron a América antes que Colón, también se reconoce que los escandinavos llegaron al noreste del continente americano estableciendo asentamientos en los siglos IX y XV[31]. Los vikingos exploraron y colonizaron diferentes áreas del Atlántico Norte, que incluían las islas de Groenlandia, Terranova y las costas de Canadá y posiblemente Estados Unidos, a partir del siglo X. Los estudios con radiocarbono ubican los últimos rastros de asentamientos hacia 1430, cuya desaparición generalmente se atribuye a La Pequeña Edad del Hielo que ocurrió durante esta época y el consiguiente endurecimiento de las condiciones de vida[32].


¿Y los árabes?

También hay datos de que los árabes llegaron a América antes que Colón como ha explicado el profesor Ali Kettani[33] que basa su investigación fundamentalmente en tres fuentes bibliográficas:
Un conjunto de artículos redactados por el profesor junto al Doctor Mujtar Ombo en una enciclopedia libanesa sobre la presencia de los musulmanes en el mundo actual, en la que dos tomos hablan del Islam en América. El primer artículo es de Abdulla el Hakim Quik, un norteamericano musulmán, profesor de la Universidad de Toronto. Y el libro The Malingers de Brand Kennedy patrocinado por la Universidad de Virginia.
Objetarás que se trata de autores islámicos que pueden ser tendenciosos, pero resulta que la tercera fuente que utiliza Kettani es el curioso libro, "África versus América, la fuerza del paradigma" de Luisa Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia publicado en el año 2000, cuyo palacio contiene lo que se considera como el mayor archivo privado de documentos históricos de España con más de cuatro millones de documentos. Según ella "el Islam estaba en América desde el siglo XII, por lo menos"[34].
La investigadora destaca un hecho interesante, sea cierta o no la hipótesis de que los árabes llegaron a América antes que Colón: Carlos V ordenó destruir en 1536 todos los mapas y cartas de mareas con la excusa de actualizarlos. Sin embargo, se salvó un mapa, el de Juan de la Cosa, del año 1500, en el que "se ven dibujados los perfiles del Golfo de México y la Península de La Florida, aún no descubiertos". Refiere que "hay documentos que tienen escritos OJO y Cuidado con letra del siglo XVIII y XIX”. Refiriéndose a los documentos que ha utilizado añade “Sólo basta uno de ellos, uno solo, para dar al traste con toda, absolutamente toda la historia colombina"[35].


Las expediciones americanas a Asia

También existen testimonios de contactos en sentido inverso de que los expertos navegantes incas, además de viajar a Centroamérica, realizaron importantes expediciones de 1471 a 1493 a Polinesia y Melanesia y que a su regreso trajeron incluso aborígenes negroides de estas regiones[36] [37].
Esto explicará por qué Vasco Núñez de Balboa encontró en Panamá esclavos negros de los caciques locales, que probablemente eran aborígenes melanesios o australoides. Además existen similitudes antropológicas, culturales y lingüísticas entre los habitantes de Polinesia y los de las costas occidentales sudamericanas[38].


Ilustración de las vías de contacto polinesias – isla de Pascua[39].

Los contactos precolombinos entre Polinesia, Melanesia y América son particularmente evidentes en la isla de Pascua donde se encuentran vestigios arquitectónicos tanto asiáticos como andinos[40].


Mapa: Versión oficial del origen de la población americana.

Los pobladores originarios de América llegaron mucho antes y no solo por el norte

Se sigue enseñando y se admite corrientemente que los pobladores originarios de América llegaron allí a través del estrecho de Bering entre 2.000 y 10.000 años antes de nuestra era. Pero los nuevos métodos de estratigrafía y las pruebas del carbono 14 han demostrado que esta inmigración se sitúa mucho antes, entre 40.000 y 80.000 años antes de nuestra era. Además hoy hay pruebas de que esa llegada también se produjo desde Melanesia y Australia a través del océano Pacífico y de la Antártida como documentan Paul Rivet y Mendes Correa. Estas migraciones se produjeron al final del Paleolítico antes de la revolución agrícola.

¿Manipulación de las versiones alternativas?


Recientemente se ha publicado un controvertido libro de Gavin Menzies,[41]1421: el año en que los chinos descubrieron el mundo” que se ha convertido en un best seller.

Según Menzies, una colosal flota china zarpó de Nanking el 5 de marzo de 1421, al mando del gran almirante Zheng He, durante el reinado del Emperador Yongle (1403-1424), segundo de la dinastía Ming. La flota llegó a América 71 años antes que Colón y dio la vuelta completa al mundo 100 años antes que la expedición de Juan Sebastián Elcano[42]. Menzies tiene en su web un mapa interactivo del viaje: http://www.gavinmenzies.net/pages/maps/voyages.htm que sigue siendo la parte más controvertida de su libro porque otros historiadores solo reconocen que los buques chinos visitaron Indochina, Indonesia, Sri Lanka, la India, Arabia y África oriental, Australia y el canal de Mozambique.



Mapa de Vinland del siglo XIII, que Colón pudo haber conocido

En enero de 2006, se descubrió en Shanghai un bicentenario mapa chino, supuesta copia de un original de 1418 donde figuran los dos hemisferios – lo que probaría que sus autores conocían la redondez de la Tierra– y el contorno de las Américas, Australia, la Antártida, África, India, Europa y el Ártico[43]. Menzies lo presenta en su web donde puedes verlo en: http://www.gavinmenzies.net/pages/maps/1418.htm pero Geoff Wade, investigador de la Universidad Nacional de Singapur, se inclina "a pensar que es una falsificación. No hay pruebas en absoluto de que los viajes de Zheng He fueran más allá de la costa este de África"[44].
El libro es muy cuestionable, y de hecho no es reconocido por muchos historiadores aunque contiene hechos incontestables como la existencia de navíos transoceánicos hasta cinco veces más largos y anchos que los españoles o portugueses. Es como mínimo curioso que se haya convertido rápidamente en un best seller y que el su autor Gavin Menzies sea en realidad un ex comandante de submarinos nucleares británico. Sabemos que los británicos son expertos en técnicas de desinformación, una de las cuales es colocar al lado de hechos controvertidos hechos inverosímiles para desprestigiar las investigaciones serias.
Y funciona en este caso. Por ejemplo si buscas “colón no descubrió américa” en google encontrarás que la mayoría de los artículos lamentablemente se refieren a este libro, pero en contraste no encontrarás la mayoría de las pruebas que hemos citado.

La historia oficial es una justificación desculpabilizadora del genocidio

Te preguntarás ¿por qué los chinos con la civilización más poderosa de la época no “colonizaron” América en el sentido occidental de invasión y robo de recursos?
La hipótesis más probable es que no les interesaba hacerlo.
Sus expediciones ultramarinas estaban más interesadas en el comercio como has visto, en descubrir y traer nuevas cosas como cultivos o plantas medicinales que en una expansión territorial y en el robo de los recursos locales como las de los europeos.
El hecho de que a pesar de su avanzada tecnología naval la detuvieran para consagrarse al mantenimiento de la paz interior es una buena prueba de sus prioridades y de su sentido común.

A la vista de todos estos datos seguir manteniendo la versión del descubrimiento de América por parte de Occidente es una burla.
La historia escrita por las elites europeas es una manipulación de la historia para engañarnos haciéndonos creer que nadie hizo nada antes de que llegara el hombre blanco.
Refuerza de este modo, igual que otras falsificaciones históricas, la idea racista de la cultura “superior” de Occidente que autoriza la conquista de los “pueblos inferiores” y a perpetrar toda clase de atrocidades.
El fraude tiene una repercusión evidentemente nefasta en la formación de la conciencia de los niños.
En este sentido hay que saludar la iniciativa de Bolivia de expulsar los impresentables manuales escolares españoles de la enseñanza de los niños del país. Especialmente a los del Grupo Santillana, (editoriales Alfaguara, Aguilar y Taurus, etc) que forma parte de la multinacional Prisa, (periódicos, radioemisoras, canales de televisión y empresas de mercadotecnia y publicidad) promocionada por el Banco Mundial, financiador de la reforma educativa de 1994, para la elaboración de “textos oficiales”[45]. Estos daban una visión de la realidad tan sesgada a los niños como la que proporciona a los adultos el periódico El País y sus otros medios de desinformación.
Así que la decisión de que los textos escolares en adelante sean escritos por los maestros bolivianos tomada por el gobierno de Evo Morales es un paso esencial y un ejemplo a seguir en toda Latinoamérica.


Cartel : Iván Lira[46].

Como decía Antonio Gramsci: el poder se ejerce en las mentes más que por la fuerza. Para gobernar a las masas, una élite tiene que inculcarles primero una ideología que las programe para que acepten el poder que las domina.[47]
Inversamente para enfrentarse al poder el paso fundamental es contrarrestar la desinformación y la falsificación de la historia ligadas estrechamente a su ideología. Pero esta descontaminación mental hay que hacerla con trabajos que incluyan datos ampliamente documentados.

Desmontar el mito de la conquista del “nuevo mundo” poblado por indios salvajes e incivilizados, o con civilizaciones bárbaras dedicadas, como se nos presentan falsamente, a los sacrificios humanos, es muy importante. De hecho la civilización azteca que se describe con todo lujo de detalles (especialmente los macabros) en los manuales escolares tenía poco más de 100 años. La cultura nahualt coexistía con ella, heredera de las ricas tradiciones milenarias Toltecas que a su vez se nutrieron de las Olmecas, de las que no se les dice absolutamente nada.
Pregúntate el porqué.
¿Tal vez porque no eran materialistas, ni militaristas (los toltecas no tenían siquiera ejército) no practicaban sacrificios humanos y estaban dedicadas a la ciencia y el arte?
Pero todo esto se merece un capítulo aparte.

La versión colonialista de la conquista es fundamentalmente una justificación desculpabilizadora del incuestionable genocidio que nuestra civilización perpetró en el continente americano sobre los pueblos indígenas.
Sin embargo precisemos que el premio al máximo genocidio no le corresponde al imperio español, como algunos afirman[48], si no al imperio británico. Basta simplemente echar un vistazo a los indígenas que quedan en el centro-sur del continente y compararlo con los que quedan en el norte para comprenderlo.

Es un hecho que la culpa, para ser trascendida, primero debe reconocerse y asumirse.
Esto es fundamental si queremos llegar algún día a construir un mundo que viva en paz basado en el respeto y la igualdad de todos sus habitantes.

Referencias

[1] Alfredo Embid. Introducción al So Ouenn. Las mil y una ediciones. Madrid.

[2] Donald H. Klein y Christian J. Buy “New ligth on medieval chinese seagoing ship construction” The international Journal of nautical archeolog vol. X nº2 mayo 1981 pp 119-132.

[3] Arnold Pacey Technology in world civilization, a thousand year history. Cambridge 1990 p. 162-163.

[4] Joseph Needham. Clerks and craftsmen in China and the west. Cambridge, 1970 p. 41, 48, 52.

[5] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 pg 34

[6] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli ISBN. 978-2-917112-07-6 pg 34

[7] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 . pgna 32

[8] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 . pgna 33.

[9] Levathes, When China ruled the seas : the treasure fleet of the dragon throne 1405-1433 / New York, NY, Estados Unidos: Oxford University , 1994. ISBN 0-19-511207-5

[10] Conversaciones con los profesores Wu Tai y Chen Ka Hua del Instituto de Historia de la Universidad de Pekín 10 julio 1981 citado en B. Horna pgna 34, 170.

[11] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 pgs 31.

[12] W.E. Cheong. Histoire d'un abandon. Le courrier de l'UNESCO. Agosto septiembre 1991. p. 20-23.

[13] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 pgs 27-37.

[14] Thor Heyerdahl. Sjövägarna till Polynesiaen. Estocolmo 1967 pg. 68,81.

[15] Jorje E. Hardoy. PreColumbian Cities. Londres 1973.

[16] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 pg.28

[17] Lou. Chinese inscriptions found in precolumbian Objects, XXXVII congreso internacional de americanistas. Actas y memorias. Vol IV buenos Aires 1968. p 179-184.

[18] Song Boozhong y Wang Dayaou “Antiguas relaciones entre China y Perú” Debate. Buenos Aires año 7 nº 24.

[19] Bernal Diez del Castillo. The conquest of New Spain. Baltimore 1993, pg. 123.

[20] R.C. Paden. The Humming bird and the Hawk. New York 1967, p 28.

[21] Miguel Leon Portilla. Precolumbian literature of mexico. Norman, Oklahoma 1969, p 60.

[22] Meggers, Cliford Evans y Emilio Estrada. Early Formative Period of Coastal Ecuador. The Valdivia and Machialilla phases. Washington 1965 p. 158.

[23] Meggers. The transpacific origin of Mesoamerican Civilisation. Américan Antropologist, vol 77 nº 1 Marzo 175. pg. 1-27.

[24] Betty J. Meggers. Contacts from Asia. The quest of America. p. 242.

[25] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6. pgna 28.

[26] Entrevista con los profesores Kobayasgi Kazuhiro y Tomihiro Takayama Universidad de Sofía 26 octubre 1983, Tokyo.

[27] Samuel Eliot Morison. Journals and other documents on the life and voyages of Cristopher Columbus. Nueva York 1963. p 74.

[28] Hernan Cortés. Cartas de relación de la conquista de México. Sexta de. Col austral madrid 1979 p. 220.

[29] Samuel Eliot Morison. Journals and other documents on the life and voyages of Cristopher Columbus. Nueva York 1963. pg 374-375.

[30] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 . pgna 32.

[31] Helge Instald. Norse explorers and norse sites at L'Anse aux meadows. En the quest for Américade Geoffrey Ashe. Nueva York 1971. p 96-112, 175-196.

[33] La llegada del Islam a las dos Américas antes de Cristóbal Colón. Texto de la conferencia del profesor Ali Kettani en la Asociación de los churafa Kettani para la Cooperación y la Cultura, en Octubre de 2000. Andalusíes - 17/11/2008 7:53. Ali ibn al Muntasir El-Kettani.
http://www.webislam.com/default.asp?idt=11481

[34] Africa versus América. La Fuerza del Paradigma. Luisa Isabel Álvarez de Toledo, Duquesa de Medina Sidonia. Editorial: Centro de Documentación y Publicaciones de Junta Islámica. Pedidos: www.lajaima.es/proddetail.asp
El texto esa disponible en la web islam en : http://www.webislam.com/?idc=2295

[36] Pedro Sarmiento de Balboa. History of the Incas. Cambridge 1907 pg. 33

[37] Heyerdahl. Early man and the Ocean. Londres 178. pgna 179.

[38] Fakta. Oslo. Mayo de 1988. pg. 8.

[39] Hernán Horna. La Conquête des Amériques. Éditions Demi-Lune en coédition avec Timéli
ISBN. 978-2-917112-07-6 . pgna 38.

[40] Helene Martinsson Wallín. Ahu, the ceremonial stone strucures of easter island. Societas Archaelogica Upsaliensis, Aun 19. Uppsala 1994.

[42] La evidencia china que aplasta a Colón. América fue descubierta desde Nanking casi un siglo antes. 17/10/2006. Camilo Taufic - Fuente: La Nación Fecha Original:15/10/2006. http://www.webislam.com/default.asp?idt=5984

[43] La evidencia china que aplasta a Colón. América fue descubierta desde Nanking casi un siglo antes. 17/10/2006. Camilo Taufic - Fuente: La Nación Fecha Original:15/10/2006. http://www.webislam.com/default.asp?idt=5984

[44] En Pekín exhiben un mapa que al parecer demuestra que los chinos estuvieron en América antes que Colón

[45] Alejandro Dausá. Santillana y el pensamiento único. Alainet http://www.alainet.org/active/30926%E2%8C%A9=es

[46] Ivan Lira portada de rebelión 12 octubre 2010 http://www.rebelion.org/portada.php

[47] Thierry Meyssan. Estructuras para el control y dominación. La NED, vitrina legal de la CIA. http://www.voltairenet.org/article167223.html

[48] Miguel Manzanera. El mayor genocidio de la historia. Rebelión. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=114681


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Fuente: http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/ads90.htm


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