jueves, 23 de julio de 2009

La Sinarquía XV

Por: Guillermo terrera

8 - 6

DIFERENCIAS ENTRE SIONISTAS, CREYENTES Y ATEOS

A fines del siglo XIX y principios del actual, nadie conoce en definitiva los planes de Teodoro Herzl, Mauricio de Hirsch, Loewenthal, Camondo, Montefiore, etc. Nuestros políticos del siglo pasado, transfieren el problema exclusivamente a los judíos, solamente por el hecho de ser hebreos, pero dada su escasa preparación e información, no ven la diferencia que existe entre el pueblo judío y las maniobras del sionismo imperialista y fanático.

La Sinarquía, prepara con inteligencia, las bases territoriales y demográficas de su plan Andinia, de la misma manera como llevaban inmigrantes europeos de fe mosaica a tierras palestinas. Conjuntamente con los grupos sionistas fanáticos, vinieron a la Argentina muchos judíos ansiosos de trabajar en libertad y dignidad con los hijos de la tierra, compenetrándose con el noble y magnánimo pueblo argentino que los recibía y les daba posibilidades de una vida decorosa que en sus lugares de origen no la habían tenido. Este tipo de inmigrantes, por lo común no eran sinárquicos y se establecieron en distintos puntos del país, como Carlos Casares, Olavarría, Coronel Suárez y otras regiones de la campaña argentina, donde sus hijos, se integraron a los factores bio-culturales de la Nación Argentina.

Otros en cambio, ciegos con el sectarismo de la Biblia, el marxismo bolchevique y las ideas de concretar un estado sionista, fueron separatistas y excluyentes, a la espera de realizar el sueño de Teodoro Herzl. A partir de 1958, recrudecen estos designios y en 1973 es definida la penetración sionista bolchevique en la vida argentina, a través de su conducción política y económica.

Otros en cambio, ciegos con el sectarismo de la Biblia, el marxismo bolchevique y las ideas de concretar un estado sionista, fueron separatistas y excluyentes, a la espera de realizar el sueño de Teodoro Herzl. A partir de 1958, recrudecen estos designios y en 1973 es definida la penetración sionista bolchevique en la vida argentina, a través de su conducción política y económica.

Los banqueros Hirsch, Rothschild, Camondo, Loewenthal, etc., en definitiva, explotaron y colocaron en la ruina económica y social a miles de inmigrantes judíos que ellos, con sus empresas, habían traído a la Argentina. Estos inmigrantes eran hombres de pequeñas aldeas y de oficios de cultura urbana; solo un 7 u 8 por ciento eran granjeros o agricultores. Lo normal consistió en oficios de sastre, zapateros, relojeros, mercachifles, tenderos, herreros, comerciantes, etc. Hubo muchísimos engañados y ninguno sabía arar y sembrar maíz, zapallos, papas, maní, trigo, ordeñar vacas, sujetar un ternero, ensillar un caballo o manejar una azada.

Con el tiempo, aquellos más avanzados aprendieron las técnicas agrícolas del país, pero otros, los más, se fueron a los centros urbanos, al sentirse engañados y explotados, sin viviendas, herramientas, animales, recursos ni medios para subsistir el primer tiempo. Estos esclavos de fe mosaica, acusaron y protestaron contra sus benefactores, los banqueros ya referidos, produciéndose grandes problema. El capitalismo sinárquico también explotaba a los judíos pobres y desamparados.
Los sionistas de tendencia marxista bolchevique, adheridos al Gobierno Universal fueron sectarios y excluyentes. Así practicaron sus costumbres, realmente inverosímiles para la cultura y el estilo vital argentino. Ellas representaban un atraso milenario y bíblico. Mataban las vacas por medio de sus rabinos, con cuchillos especiales y en ritos absurdos para nuestro país. Contaban los años con fechas cambiadas, con calendarios ajenos al mundo contemporáneo, con descansos en días distintos a los usuales, con ropas ajenas a la idiosincrasia nacional y con comidas exóticas que causaban asombro a los criollos argentinos que llegaban a contemplarlas, porque tampoco compartían sus mesas con los "extranjeros", que en ese caso, eran los propios dueños de la tierra. Si agregamos a esto su idioma, su escritura, sus casamientos excluyentes, etc., tendremos un panorama aproximado de lo que fueron aquellos primeros años y de la pasión sinárquica que esos grupos conservan, aún en nuestros días, bajo el lema imperialista de Eretz Israel.

Dentro de estas características especiales de los practicantes de la fe mosaica, podemos establecer las siguientes pautas socio-culturales e incluso socio-políticas:

- Los judíos ateos, que en realidad al ser ateos dejan de pertenecer a la fe mosaica, por cuanto no tienen creencias religiosas. Este tipo humano se encuentra integrado al quehacer argentino, pues provienen de ascendientes que practicaron al credo israelita, pero ellos son ateos. De esta manera no son fanáticos, ni sectarios, ni excluyentes, pues contraen matrimonio con cualquier hombre o mujer, se educan en escuelas y colegios argentinos y aman la tierra donde han nacido. No tienen doble nacionalidad y no son sionistas. En definitiva tampoco son judíos.

2 - Por otro lado, encontramos un bloque de judíos creyentes, fanáticos y sectarios que son sionistas y se preparan culturalmente para vivir en Israel. Tienen doble nacionalidad y se sienten antes que nada israelitas. Primero son judíos, después ingleses, franceses, norteamericanos o argentinos, según sea la nación de su nacimiento. Son orgullosos y provocadores, viven en los conceptos de la biblia, el zohar y la cábala. Se educan en sus propios colegios, contraen matrimonio entre ellos y son racistas, aún en la imposibilidad de concretar biológicamente ese término.

9 - 1

LA IDEOLOGÍA ANARQUISTA NO ERA SINÁRQUICA

Los anarquistas, sea que participen de la línea anarco-sindicalista, como de la anarco-individualista, no pertenecieron a la sinarquía, ni fueron manejados por el gobierno universal, por cuanto su idea es opuesta al marxismo-bolchevique. La corriente anarquista, no obedeció jamás las directivas de Moscú, ni de París, Amsterdam, Zurich y ya mas cercano a nuestro tiempo, de Tel Aviv o de alguna otra de las capitales de la Sinarquía Universal.

Los anarquistas que combatieron en la guerra civil española (1936-39), fueron casualmente fusilado en masa, por ordenes de los comunistas rusos, por cuanto el anarquismo no obedecía la conducción del marxismo soviético. Debemos tener presente que incluso los rusos o polacos de religión hebrea que no pertenecían al marxismo bolchevique, no eran sinárquicos, pues no obedecían a ningún plan de dominación universal.

En definitiva, los anarquistas, no constituyeron grupos sinárquicos sionistas, como lo fueron y lo son en la actualidad, los hebreos de ideología marxista bolchevique que eran y lo siguen siendo, obedientes a Sión, a través de las directivas sinárquicas que tanto pueden provenir de las camarillas capitalistas sionistas de París, Londres, Amsterdam, Oslo, Washington o Moscú.

Esto conviene dejarlo perfectamente bien aclarado, a los fines de no confundir las líneas ideológicas del anarquismo o del marxismo sionista bolchevique. Los anarquistas plantean otro tipo de gobierno mundial y otras estructuras socio-políticas, distintas de la comunista sinárquica.

El capitalismo estatista ruso, se encuentra dirigido por la Sinarquía Sionista en el llamado Gobierno Universal. De allí surgen las diferencias que en páginas anteriores habíamos hecho resaltar entre los excluyentes y sectarios hebreos bolcheviques y los anarco-individualistas de Buenos Aires entre los años 1900-1925.

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