por:Antonio Urdiales Cano
Conocíamos sus antecedentes:
Tiene una fortuna que viene del gobierno. Nunca manifestó vergüenza por eso.
Consiguió todo con la complicidad de funcionarios corruptos y a veces de gobiernos corruptos. Más que vergüenza mostraba orgullo.
Empeñó el Correo Argentino con un colosal crédito del Banco Provincia de Buenos Aires, puso el Correo Argentino como garantía y lo entregó al gobierno para no pagar el crédito ni el canon. Tampoco muestra vergüenza por eso.
Llegó al gobierno con una propaganda dulce y amorosa. De esas propagandas que no hacen las empresas publicitarias baratas.
De su administración no podemos decir que es mala o corrupta, solo se advierte con claridad que con el gobierno de Ibarra (que no es genio ni mago) había presupuesto para todo sin aumentar los impuestos, mientras que ahora no hay presupuesto para nada, solo se tapan baches para no repavimentar.
Hoy, por fin, conocimos al Macri persona.
Desalojaron violentamente a la Huerta Orgázmica de Caballito. Jóvenes pacíficos y honestos que se juntan por el pacer de trabajar produciendo alimentos en forma natural. Que no trabajan en beneficio propio, que no son ocupas porque no viven ahí.
Macri usó la fuerza pública para una satisfacción personal. Viviendo del gobierno no tenía esos placeres, de ahí su vocación política.
Ese desalojo no fue pedido por el pueblo ni votado en la legislatura. La constitución dice que los derechos de uno terminan donde comienzan los del otro, también dice que nadie puede prohibir lo que no prohíbe la ley.
El desalojo de la huerta es un delito común cometido por el estado. Los argentinos sabemos mucho de delitos de estado.
La palabra orgázmica no viene de la exuberancia de flores que hacen el amor a su manera, es una forma jocosa de decir orgánica. Son jóvenes alegres, trabajadores y con sentido del humor. Ignoran que esos atributos son precisamente los que sacan de quicio a los dictadores. Los argentinos sabemos de eso.
La única gestión que realmente quiere hacer Macri es tener policía propia para quitarnos el último derecho que se puede perder: el derecho a protestar.
Proponemos la renuncia de Macri al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que sea juzgado por usar los recursos de la ciudad para alterar el orden y agredir ciudadanos pacíficos.
Envíe a quien corresponda. Haga correr. Junte firmas. Presente la ley. Use este material para argumentar la ley.
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