miércoles, 8 de abril de 2009

Medicina demiurgica XVII

La farmacología al servicio del mercado II




“El ejemplo de Sudafricano puede extenderse, sería perder mucho dinero, no podemos hacer eso con nuestros accionistas”.Presidente de Bayer



Si con anterioridad hemos visto la aplicación Malthusiana que hacía Mercks de sus productos, observaran que Bayer no se queda atrás. Cabe recordar que Malthus pregonaba el control demográfico como variable económica. El establismenth parece tener muy en cuenta a Malthus ya que en el informe Kissinger se apreciaba la preocupación del aumento poblacional y su control mediante el esparcimiento programado de bacterias y virus en la atmósfera.
Otro dato no menor fue el presente del presidente Bush al presidente Kirchner durante su visita a Washington: el libro del economista inglés Malthus “Un ensayo sobre el principio de la población”. Para Tomas Malthus una forma sana de controlar la población era mediante epidemias, enfermedades, desnutrición y guerras, debido que los entes farmacológicos pertenecen a la casta que maneja los hilos del poder también les resulta grato el control poblacional mediante la agonía crónica (por el mayor ingreso de dividendos), el sufrimiento y las bajas vibraciones emitidas por sus víctimas, satisfaciendo de paso el goce del Demiurgo.

La criminal actuación de Bayer con Lipobay obedece a esta necesidad, pero también la exigencia de patentes a los distintos países demuestran una actitud esclavista, sin hablar de los juicios promovidos a Brasil y Sudáfrica por la fabricación de genéricos , en este caso para el Sida, monopolizan también la intoxicación masiva sin permitir la merma del negocio.





CERIVASTATINA. A RIO REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES.
Por: Julio Valer Corellano

La cerivastatina es un fármaco del grupo de las estatinas y comercializado por diferentes laboratorios con los nombres de Lipobay, Vaslip, Liposterol y Zenas-Micro. Actúa inhibiendo una enzima que regula la síntesis de colesterol. Reduce el nivel sanguíneo de LDL (low-density lipoprotein), una fracción del colesterol que interviene en la aterosclerosis y sus efectos sobre el organismo (cardiopatía isquémica, infartos y hemorragias cerebrales, aneurismas arteriales, etc).

Actualmente son los fármacos más utilizados para controlar la hipercolesterolemia. Si se utilizan correctamente, se debe recurrir a ellos cuando los niveles de colesterol no se pueden disminuir con una dieta adecuada y ejercicio físico. Desgraciadamente en muchos casos se recetan antes de aconsejar estas dos medidas.

Como cualquier fármaco tiene efectos beneficiosos y reacciones adversas, unas leves y otras graves. Estas últimas son raras y cuando se autoriza la comercialización de un medicamento se estudian los beneficios y los riesgos. Todas las estatinas (simvastatina, pravastatina, fluvastatina, atorvastatina, cerivastatina) pueden desencadenar en aproximadamente un 1% el desarrollo de una miopatia, con dolor y debilidad muscular que obliga a suspender el tratamiento, molestias que son reversibles; algunos casos pueden progresar y desarrollar rabdomiolisis e insuficiencia renal (fallo renal) secundaria, complicación muy grave pero poco frecuente. El riesgo se incrementa cuando se combina la cerivastatina con otros fármacos (gemfibrozilo, ácido nicotínico, ciclosporina y eritromicina), por lo cual se recomendaba no asociarlos.

Antes de autorizar la comercialización de un medicamento, es necesario realizar ensayos en animales, ensayos clínicos con voluntarios y otros estudios. Una vez autorizado como especialidad farmacéutica, es decir, que se permite su venta en farmacias, existe un control posterior para prevenir posibles reacciones y efectos que no se presentaron en los ensayos clínicos. De ello se encarga el Sistema Español de Farmacovigilancia. Los datos de las reacciones adversas los comunica el personal sanitario a los Centros de Farmacovigilancia de las Comunidades Autónomas. El Ministerio de Sanidad y Consumo mediante la Agencia del Medicamento centraliza toda la información suministrada por cada centro.

Con la cerivastatina se comenzaron a observar un número elevado de casos de rabdomiolisis. El 65% de ellos estaban producidos por la combinación con gemfibrozilo. La Agencia del Medicamento, tras recoger y contrastar los datos recibidos de todas las Comunidades Autónomas, elabora una comunicación con fecha 30 de mayo de 2001 (ref:2001/03 de 30 de mayo de 2001) en la que recuerda que la cerivastatina no debe utilizarse en combinación con gemfibrozilo y otros fármacos y recomienda no superar determinadas dosis en la administración del primero, ya que el riesgo de rabdomiolisis se incrementaba.

Posteriormente ante la persistencia de casos emite otro comunicado en el que modifica la ficha técnica y el prospecto de las especialidades farmacéuticas con principio activo cerivastatina. En él se incluye como contraindicación absoluta la administración concomitante de cerivastatina y gemfibrozilo. En los prospectos anteriores solamente se advertía que se habían descritos casos con dicha asociación. Asimismo volvía a recordar que no se debían sobrepasar unas dosis determinadas y recomendaba a los profesionales sanitarios (médicos y farmacéuticos) la necesidad de informar al paciente del riesgo y de ponerse en contacto con su médico ante la aparición de dolor o debilidad muscular.

En los medios de comunicación salieron diversos expertos recordando estas recomendaciones. A las pocas semanas, se conocen las primeras demandas en Estados Unidos y comienza la ceremonia de la confusión: primera demanda europea en Francia, polémica en Alemania, el Lipobay es el medicamento comercializado por los laboratorios Bayer; ADEPA y su “responsable” Dña. Carmen Flores busca a través de su página web y otros medios, enfermos afectados. Empiezan a contabilizarse: uno, dos, tres, diez, catorce, ....Se contabiliza a cualquier persona fallecida y que tomaba la cerivastatina sin averiguar la causa de la muerte. Esta podía ser un infarto de miocardio, una rotura de un aneurisma abdominal, una hemorragia cerebral, daba igual que estuviera o no relacionada con el fármaco. La Sra. Flores se encarga de “asesorar” a las familias y pacientes, recomendándole a un abogado. Los profesionales del derecho amenazan con poner demandas, denuncias, por vía civil, penal, antes de estudiar el caso, conocer el historial clínico y otras circunstancias. El 8 de agosto la Agencia del Medicamento ante la solicitud del laboratorio farmacéutico Bayer S.A. se suspende cautelarmente la comercialización de todas las especialidades farmacéuticas con cerivastatina. En la nota informativa la Agencia del Medicamento aclara: “El motivo de esta suspensión radica en que, a pesar de las precauciones adoptadas por las autoridades sanitarias de los diferentes países en que se comercializa cerivastatina, de las que se dio cumplida información en nuestras anteriores notas informativas de 2 de julio (referencia 2001/06) y de 30 de mayo de 2001 (referencia 2001/3), se sigue detectando el uso asociado de cerivastatina y gemfibrozilo. Como ya se ha informado repetidamente, la asociación de estos dos principios activos aumenta el riesgo de rabdomiolisis, trastorno cuya gravedad hace que el balance beneficio/riesgo del tratamiento con cerivastatina sea desfavorable.”

Mientras tanto los medios de comunicación publican noticias de agencia, se escriben artículos sesudos por “expertos” que no saben lo que es la cerivastatina, ni la rabdomiolisis. Algún abogado llega a afirmar, en un artículo, que el fármaco no ha pasado los ensayos clínicos previos y plantea la posibilidad de una responsabilidad del Ministerio de Sanidad y Consumo, los periodistas demuestran una total ignorancia sobre el Sistema de Farmacovigilancia Español, los centros de farmacovigilancia de las Comunidades Autónomas, la Agencia del Medicamento y muchas otras cosas más. La Agencia del Medicamento reconoce un determinado número de casos que se les ha comunicado oficialmente. ADEPA muchos más, según sus informaciones extraoficiales y después de “analizar detenidamente” los casos. Hasta el día de hoy se siguen publicando noticias irresponsables y falsas. Algunas diputadas y senadoras de la oposición, se acercan, atraídas por el ruido del río revuelto, y realizan declaraciones lamentables. En este asunto demasiada gente quiere pescar peces, a costa de la desgracia de los demás. ADEPA y sus abogados están aconsejando de forma incorrecta a los familiares y pacientes. Por vía penal no va a prosperar ninguna denuncia contra Bayer y por vía civil tampoco, ya que se conocían los riesgos de rabdomiolisis, sobre todo cuando se asociaba con gemfibrozilo.

Con este artículo espero aclarar un poco este lamentable asunto. No obstante, después de varios meses podremos analizar más tranquilamente esta historia, cuando las aguas se remansen.

Observen a este Julio Corellano como defiende a Bayer, un claro ejemplo de dominio en los distintos campos de acción. La prensa también es de ellos. Luego se desgañotan afirmando que los “Protocolos de los sabios de Sión” es mentira racista.

Por último incorporamos unos párrafos del Doctor Rath, quie aprendiendo a pensar por sí mismo encontró la cura por fuera de los fármacos:


“Comencé en la investigación convencional profundizando en las causas de las enfermedades cardiovasculares. En esa época se pensaba que los niveles altos de colesterol constituían la causa principal de los infartos y derrames. Bajo la influencia de los fabricantes de fármacos que disminuyen los niveles de colesterol, se dijo a los médicos que los niveles altos de colesterol dañan las paredes de los vasos sanguíneos, volviéndose éstas cada vez más gruesas hasta que eventualmente llegar a bloquearse, lo que provocaría los infartos y derrames.
Hoy sabemos que esto era tan solo otro cuento más de marketing de la industria farmacéutica. Si el colesterol alto dañase las paredes de los vasos sanguíneos, lo haría en todas partes a lo largo de nuestro sistema circulatorio sanguíneo. Este sistema se obstruiría por todas partes y no sólo en el corazón o el cerebro. En otras palabras, también tendríamos infartos de la nariz, la oreja, las rodillas, los codos, los dedos y cualquier otro órgano del cuerpo.
Claramente, este no es el caso. Posteriormente descubrí que las enfermedades cardiovasculares son prácticamente desconocidas en el mundo animal, mientras que entre los seres humanos es la principal causa de muerte. El siguiente descubrimiento fue un gran avance para la salud natural en todo el mundo. Los animales producen su propia vitamina C en sus cuerpos, la cual se necesita para producir las moléculas de refuerzo de nuestro cuerpo y de su sistema circulatorio llamadas colágeno. Cuanta más vitamina C, más colágeno, más estabilidad para las paredes de nuestros vasos sanguíneos, menos infartos. Los animales raramente tienen infartos porque producen cantidades suficientes de vitamina C en sus cuerpos. Los seres humanos no podemos producir ni una sola molécula de esta vitamina y, frecuentemente obtenemos muy pocas vitaminas de nuestra dieta, arriesgándonos a que nuestro sistema circulatorio se debilite y exponiéndolo al desarrollo de depósitos.
Estos depósitos se desarrollan primordialmente en zonas donde
nuestros vasos sanguíneos están expuestos a estrés mecánico, como las arterias coronarias del corazón al latir.
Esta serie de descubrimientos fue tan convincente que no sólo explicaba por qué los animales no sufren infartos y las personas sí, sino también por qué sufrimos ataques al corazón y no de nariz.
Mientras tanto, datos de investigaciones y estudios clínicos
confirmaron más allá de ninguna duda estos impresionantes hallazgos.
Así que los descubrimientos científicos que se cruzaron en mi camino fueron la razón más importante por la que dejé la investigación convencional y me centré en las moléculas que son más eficaces para prevenir y curar las enfermedades actuales, las moléculas creadas por la propia naturaleza y que se requieren para el funcionamiento óptimo de las células”.

Dr. Rath Health Foundation.

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