miércoles, 11 de marzo de 2009

Medicina demiurgica X

Más sobre el cáncer.

"Todos deberían saber que la mayoría de las investigaciones del cáncer son, en gran parte, un fraude y que la mayoría de las organizaciones de investigación del cáncer son dejadas, en sus funciones, en manos de las personas que las apoyan

Linus Pauling Ph.D. (ganador dos veces del Premio Nobel).

“Mi evaluación total es que el programa nacional de cáncer debe juzgarse como un error calificado".

Dr. Bailer personal del Instituto Estadounidense Nacional del Cáncer.

Existe una vitamina llamada B17, esta sustancia está compuesta por dos moléculas de azúcar, una de benzaldheído y otra de cianuro.

La naturaleza nos provee de este elemento en las semillas del albaricoque y del chabacano, y en las pequeñas semillas de la manzana, también presente en semillas de uva, ciruela, mandarina y melocotón.

La vitamina B17 es llamada también laetrile ó amigdalina, curiosamente se encuentra prohibida su venta en los EEUU; la causa de su prohibición es que dicha sustancia cura el cáncer compitiendo de esta forma con la carísima medicina demiúrgica.

Las células cancerígenas generan una sustancia que le es propia y se encuentra solamente en las células enfermas, la sustancia en cuestión es una enzima llamada beta-glucosidasa, al igual que la enzima rodinasa la cual solamente existe en las células no cancerosas.

Gracias a está sabia diferenciación realizada por la naturaleza la beta-glucosidasa de estas células actúa sobre la molécula de la vitamina B17, separando las moléculas de glucosa de las de cianuro y benzaldehido y provocando el envenenamiento de la célula cancerosa.

En el caso de una persona sana actúa la enzima rodinasa presente en células sanas asimilando la glucosa y eliminando las otras dos moléculas por las vacuolas digestivas.

la vitamina B17 causa beneficios obvios en los enfermos de cáncer:

- disminución y desaparición de los tumores,

- recuperación del hambre,

- bienestar en general

Todo esto ocurre sin los efectos colaterales provocados por la quimioterapia y la radiación de las bombas de cobalto, tampoco provoca efectos en la economía familiar, que por amor a sus seres queridos deben conseguir el dinero para el costoso tratamiento de la medicina sin alma.

Difaman y desacreditan a la vitamina y a quienes defienden su efecto con falsos argumentos cómo que el cianuro envenena a la persona que lo ingiere.

En el Memorial Sloane Kettering Cancer Center, en Nueva York, se hicieron los experimentos para comprobar la utilidad de la B17 y, de 5 experimentos, 4 resultaron positivos. El quinto, hecho precisamente buscando que no fuera efectivo, fue el único que se publicó y tomó en cuenta, muy típico del arquetipo demiúrgico.

Existe en los Himalayas un pueblo llamado Hunza cuyos habitantes conocen el secreto de la B17, pero ni siquiera saben que existe. Los hunzakutas tampoco conocen el cáncer, y esto se debe a que ingieren grandes cantidades diarias de frutas con semillas incluidas.

Esta es la mejor prueba que el cianuro contenido en ellas no es venenoso, de lo contrario no conoceríamos al pueblo de Hunza.

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