jueves, 19 de marzo de 2009

Perlitas XIV

El conflicto del campo visto por Fabián Spollansky:


Autor del libro: “La Mafia judía en la Argentina”, en el capítulo:


La mafia Elsztain – Mindlin y la crisis del campo, dice:


“En pleno conflicto del campo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se entrevistó con Eduardo Sergio Elsztain. Los contenidos exactos del diálogo se desconocen. Lo que sí se sabe es que Elsztain fue invitado porque es el principal latifundista cerealero y sojero de la Argentina, influyente a las vez, sobre las cuatro organizaciones ruralistas – Sociedad Rural, Federación Agrearia Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro – y empresario de confianza en las esferas de decisión del gobierno.

En el mes de enero del 2008 Eduardo Sergio Elsztain se entrevistó lejos de los despachos oficiales con Martín Lousteau, entonces ministro de economía, y le sugirió elevar “nuevamente” las retenciones. Estas ya habían sido elevadas dos veces durante el 2007.

Más allá de los intereses fiscales en juego, Elsztain necesitaba esta medida para incrementar aún más su ganancia extraordinaria. Sabido es que existe una ganancia extraordinaria básica por el precio internacional y porque la demanda sigue creciendo en el Extremo Oriente.

Pero para poder hacer más fáciles los negocios de penetración terrateniente en Brasil, en Paraguay y en el Este boliviano, le hace falta a la mafia más y más dinero. Estos recursos deben ser extraídos de la gran masa de productores en negro, que ante el crecimiento de las retenciones habrían de quedar a merced de los acopiadores y de los grandes cerealistas exportadores de los cuales Elsztain y su amigo Marcos Marcelo Mindlin, son los primeros.

El negocio es simple. Cualquier persona puede entender esta lógica de la superganancia fácil sobre un sujeto extorsionado doblemente, por el aparato fiscal del gobierno y por el gran capital concentrado.

Una asociación perfecta: la mafia obteniendo una ganancia extorsiva, mediante la utilización, no de pistolas o “luparas”, sino de un arma mucho más efectiva, el aparato fiscal del Estado.

La gran masa de productores en negro, aquellos a los que el propio fisco no incorpora deliberadamente, se ve obligada a realizar operaciones a pérdida que para intermediarios, acopiadores y cerealistas exportadores son ganancia redonda. Eso motivó el largísimo paro granario en rechazo a la política fiscal del gobierno, que a los cerealistas no les significó absolutamente ningún riesgo ni mucho menos, costo adicional. Encabezados por la mafia Elsztain, trajeron 4 millones de toneladas de soja del Paraguay que llegaron a Rosario en convoyes de balsas por la Hidrovía del Paraná.

La larga huelga agraria produjo desabastecimiento y, a la vez, un tremendo desprestigio del gobierno, pero los grandes cerealistas silenciosamente, siguieron ganando dinero y consolidaron su expansión en todo el MERCOSUR. La mafia Elsztain avanza rápidamente en el territorio sojizado. Lo obtenido como ganancia extraordinaria con la crisis lo utilizará para extender sus latifundios en Goiás y en el Matto Grosso”.


Fuente: http://www.diariolibre.info/secciones/noticias/nota.php?id=8286

2 comentarios:

  1. HOLA TODO ESTO DE LAS RETENCIÓNES DEL CAMPO NO ME PARECE MAL,SIEMPRE QUE SE DISCRIMINE BIEN A QUIEN SE LAS APLICA,PORQUE EXISTEN ADEMAS PEQUEÑOS PRODUCTORES A LOS CUALES ESTO SI LES AFECTA MUCHO.
    YO SOY DE UNA CIUDAD QUE VIVE DEL CAMPO Y LOS GRANDES ESTAN DEMASIADO BIEN ECONÓMICAMENTE.
    UN SALUDO SIL DE MADARIAGA

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  2. Hola Silvina:
    La cuestión de las retenciones es un tema extenso, como para ser resumido en pocas líneas.
    No deja de ser un tributo que bien distribuido nos beneficia a todos.
    Lamentablemente este no es el caso, ya que los tributos cada vez son más asfixiantes y recaen siempre en la misma franja social, por otro lado, no es necesario aclarar que acá el gobierno se roba hasta el agua de los floreros, siendo ellos empleados del verdadero poder detrás de bambalinas tienen permitidas ganancias extras que extraen del esfuerzo de los contribuyentes.
    Un abrazo y gracias por leerme.
    Marcelo

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